El Aguila reposa en su espalda
Con maestro arte estampada
Desde su metálico corcel llega el tatuado
Oculto tras ese grisáseo auto polarizado
Desde sus 50 libras vuelan los dardos,
Sin importar los daños causados,
Mueren globos, flechas y maderas
Sin importar el castigo que le espera
“Arqueros listos”, dijo el maestro,
Siempre respetando este juego nuestro
Pero pronto un insulto El Sensei espetó
A quien la orden de tiro no respetó…
El globo explotó en pedazos,
Y lágrimas caían en nuestros regazos
Mientras el tatuado se reía de su proeza,
Enviciado bajo los efectos de la cerveza
“Vil, cruel y desalmado”
Se escuchó con aire medio rosado.
No me miren a mí, pues yo no lo digo
El que gritó fue aquel que se le mojó el amigo
Castigo divino caerá sobre nuestra tierra,
Impulsado por aquel que tiene un arco Viuda Negra
Pues todo aquel que no respete el tiro a la diana,
Traerá seguro helado, aunque sea La Montevideana
Daniel, querido amigo, le pedimos no sea pillín
No nos contentaremos con un simple Patalín
será siempre apuntado con el dedo,
si osa sólo traer un Torpedo
Pues ésta es la canción del tatuado,
La canción del que trae dos kilos de helado
Que termina con este simple ruego:
Por favor deje de hacerse el listo,
Pues su sueldo se irá en helado, querido arquero Macorito!!!
Rodri Hood (ya no roba a los ricos, porque Macorito paga el helado)
Maravilla de la letra contemporánea,
ResponderEliminarEstruendosos aplausos redoblan sin cesar.
Que a la historia fiel vitacora hace...
El amigo RoRo con tan intenso recitar!
Salud arqueros!
Sir Andrew Von Longbow
Genial la poesía de "La canción del tatuado" claro en sus observaciones de los deberes de este atrevido personaje.
ResponderEliminarLo felicito, y como acá dice Sir Andrew: "Salud arqueros"
Gracias, amigos... Mi ego se hinche cada día más con vuestros exagerados halagos. Sólo vuestra magia es la que mueve mi pluma. Todos ustedes son los protagonistas de éstas historias, yo sólo las relato.
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